¡¡Mil años moldeando gigantes!!

Si porque el Bonsái no es como algunos creen, un árbol en miniatura debido a la manipulación genética, es un árbol absolutamente normal, al que se le limita su crecimiento teniéndolo en una maceta, generalmente de cerámica, barro o plástico. Hay que dedicar mucho tiempo para cultivarlo y preservarlo, y su significado tal y como lo llamaron los monjes taoístas, es «árbol en bandeja«

Hay que amar a estos pequeños árboles para dedicarles un cuidado esmerado y una atención minuciosa para que crezca conservando las proporciones justas, sin perder su forma principal, ni la distribución de sus copas.
No solo se trata de controlar su crecimiento, sino también de que en su simplicidad de tamaño sea hermoso en su estructura, en sus hojas y en su imagen.

Podríamos afirmar sin equivocarnos que el Bonsái es un árbol al que hay que ir creando lentamente, con mucho cariño y pasión. Seguro que todos conocemos a una o varias personas de nuestro entorno que le apasiona cultivar bonsáis y cada vez más es una práctica muy asentada en nuestro país, ya que nos ayuda a evadirnos del día a día, a relajarnos, a estar en contacto con la naturaleza aunque vivamos en un piso de una gran ciudad.

Os presentamos algunos de los Bonsáis más impresionantes y que así pueda crecer vuestro interés en este arte milenario.