¿No sabes que hacer en tu huerto en el mes de enero? Te aconsejamos sobre las tareas y trabajos a realizar y qué variedades puedes cultivar. Planifica con nuestra ayuda la futura cosecha que recogerás en primavera.

Si todavía no lo has hecho en los meses anteriores, puedes preparar el suelo para la siembra de guisantes, habas y bisaltos.

 

Las legumbres son el fruto de la antigua familia leguminosa, hoy dividida en tres: mimosáceas, cesalpináceas y fabáceas. Son los vegetales con mayor índice proteínico.

El cultivo del guisante, siempre dependiendo de la variedad y de la zona en la que se cultive, se inicia a finales de verano, prolongándose hasta el inicio de la primavera.

Para sembrar los guisantes correctamente, tienes que cavar zanjas de 3-5 centímetros de profundidad al marco general de 40 × 50 cm. Las variedades altas deberás entutorarlas.

 

Las plagas y enfermedades más comunes en los guisantes son:

– Oídium: es la enfermedad más frecuente, pero normalmente afecta a las cosechas tardías. Se pueden emplear productos que contengan cobre o azufre para su prevención.

– Polilla del guisante: penetra en las vainas y puede echar a perder nuestra cosecha. Es muy difícil de controlar, así que lo mejor es que utilicemos aceite de Karanja de manera preventiva.

– Pulgón: aunque en este mes no sea común tener pulgones en nuestras cosechas, estos pueden aparecer en los climas más cálidos. Es una plaga fácil de combatir y también podemos evitarla utilizando aceite de Karanja.

El cultivo de las habas es muy homogéneo al de los guisantes, pudiendo empezar a sembrarlas en el mes de agosto. Obtendrás una de las fuentes más importante de proteínas vegetales, siendo el guisante, las habas y la soja las que más contienen.

Para realizar con éxito la siembra de las habas, tienes que hacer unos surcos a 40-50 centímetros de distancia y poner en ellos las semillas a 5-8 centímetros de profundidad y a 15-20 centímetros unas de otras. Te recomendamos dejarlas en remojo 24 horas antes de sembrarlas para que germinen con mayor rapidez. Es necesario asegurarse que el suelo no sea muy ácido, ya que esto perjudicará al correcto desarrollo de nuestro cultivo. Las plantas de habas no son muy exigentes en abono, pero necesitan que el suelo tenga unos adecuados niveles de fosforo y potasio.

 

Las plagas y enfermedades más frecuentes de las habas son:

– Pulgón negro: extrae la savia de la planta y puede provocar que las hojas y los tallos se debiliten. Es importante detectarlo a tiempo y combatirlo con imidacloprid, un efectivo insecticida o de manera ecológica usando aceite de Neem.

– Botrytis: es una enfermedad peligrosa en épocas muy húmedas como acurre ahora en enero, especialmente en cultivos que se desarrollan durante el invierno. Podemos tratar con azufre y cobre a modo preventivo o con un fungicida polivalente si la plaga ya está en nuestras plantas.

En este mes se empiezan a recolectar algunos cultivos de coles. Estas variedades vegetales cuentan con la gran virtud de no poseer grasas en sus tejidos, por lo que, ¡no engordan!

Hasta que termines de recolectarlas ten especial cuidado con los hongos foliares como el mildiu, el oídio e incluso la roya. Si aparecen, las aplicaciones con cobre o lecitina resultaran efectivas para eliminarlos.

Ahora puedes preparar los plantones de hortalizas y verdura para el inicio de la primavera. Hacer unos plantones, también llamados planteros o planteles en otras zonas de la Península, no es complicado siempre y cuando tengas semillas de calidad y emplees el sustrato y los recipientes adecuados.

 

En enero se recomienda empezar a hacer germinaciones de lechugas, cebollas, escarolas, tomates, calabacines, berenjenas y pimientos. Dependiendo de donde te encuentres, cómo protejas tus semilleros y qué tiempo haga puedes también hacer siembras de otras variedades.

 

Durante este mes también podemos plantar árboles frutales en el huerto.

La mejor forma de plantar árboles frutales o de sombra es hacer un hoyo amplio, el doble del cepellón, echar una capa de sustrato universal en el fondo y en las paredes y tapar con una mezcla de tierra (la extraída para hacer el agujero) y sustrato en proporción 60-40, apretando bien la tierra por los laterales y la parte superior, para que quede bien compactada. Riega abundantemente a continuación para que las raíces asimilen mejor el agua en futuros riegos. Cuando lleve un mes plantado, tendremos que añadir abono granulado de lenta liberación para que brote fuerte y sano cuando llegue la primavera.

 

Enero es el mes perfecto para hacer la poda a las vides. La vid es una planta leñosa caducifolia y trepadora. Cuando podamos la vid, hay que eliminar los sarmientos del año anterior para favorecer la siguiente brotación de la planta. Los sarmientos que has cortado, una vez secos, puedes utilizarlos como leña.

¡Disfrutar del placer de tener un huerto!

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